La depilación láser: Neodimio Yag
El tratamiento de depilación láser con Neodimio Yag es indoloro, seguro y eficaz. Sólo son necesarias entre 4 y 6 sesiones, con un intervalo entre cada sesión que depende el crecimiento del pelo que deberá tener un largo aproximado de 1 a 2 mm. Con cada sesión el pelo crece con menos pigmento, más fino y con menor densidad, hasta desaparecer totalmente.
A través de este sistema, de toda la radiación láser que llega a la piel, una parte se refleja, más aún si la piel contiene lociones o algún otro producto. Se recomienda entonces que la piel esté
limpia para que la radiación penetre en la piel y se absorba.
La absorción es la transformación de la energía que llega en energía transmitida al propio organismo. La energía de la radiación se transforma en calor. Se realiza entonces una penetración de energía
láser a una profundidad en que ésta produce el efecto biológico buscado para la destrucción de una zona orgánica a través del calor. Esta penetración será la profundidad en que la radiación aún tenga
de 30 a 20% de la intensidad en la superficie de la piel.
En líneas generales, la absorción de la radiación láser depende del color de la sustancia que absorbe, su densidad y su composición química. La densidad no tiene mayor importancia cuando se actúa
sobre zonas blandas de densidad homogénea. Sí la tiene cuando se actúa sobre un área con hueso, como articulaciones o senos maxilares.
El calor de la zona tiene gran importancia porque existe un efecto de absorción absoluto y otro relativo. El primero consiste en que como sucede con cualquier tipo de luz, se absorbe más cuanto más
oscuro es el elemento absorbente. Una superficie blanca refleja la radiación y en cambio se absorbe casi totalmente en una negra. En la depilación láser la melanina juega un papel fundamental porque
es el pigmento oscuro que absorbe la radiación.
El factor relativo de la absorción tiene menor importancia (absorción del rojo por el verde y viceversa) al igual que la absorción de acuerdo a la composición química del absorbente.
Es fundamental definir el objetivo del a depilación láser. Si lo que queremos es una depilación definitiva o de larga duración, entonces se debe actuar sobre el folículo polisebáceo, eliminando el
bulbo o sea, las células que originan el pelo. Toda esta área contiene mucha melanina, mientras que la piel tiene menor cantidad de pigmento melánico.
Por esta razón, el láser es absorbido de forma muy selectiva por la melanina en este tipo de depilación, y muy poco absorbido por otros componentes de la piel. El láser debe penetrar lo suficiente para que la depilación sea efectiva. No todos los láseres tienen la misma capacidad de penetración, y depende de la naturaleza de la radicación que tengan. Si el láser incide con el blanco (melanina) entonces la energía se absorbe y se transforma en calor. Así, inmediatamente se realiza la depilación. La finalidad está en alcanzar en esta zona blanca la temperatura necesaria para destruir las células matriciales del folículo pilosebáceo. Esta temperatura oscila entre los 70 y 80 grados.
El objetivo es tener una unidad láser lo suficientemente potente como para que con un impacto se destruya el folículo afectando mínimamente la piel. Si con un solo impacto no se logra, entonces
podemos usar una serie de impactos con un intervalo estudiado.
En el primer impacto se calienta la piel y se disipa el calor, el bulbo se calienta más y demora más tiempo en disipar el calor. Si hacemos otro impacto en el momento en que la piel ya ha perdido
casi todo el calor y el bulbo sólo ha perdido un poco la temperatura, entonces se logrará aumentar la temperatura del bulbo mientras en la piel sólo aumentaría mínimamente. Así, se lograría alcanzar
la temperatura deseada en el bulbo afectando mínimamente la piel.
La energía deberá variar según la zona ya que el pelo tiene distinto grosor en cada área. También el pelo tiene diferencia de color teniendo pelos más negros, pelos canos, castaños, rubios, etc. Y el
color de la piel también importa, porque expresan los diferentes fototipos.
Otro factor en la depilación láser es la profunidad del folículo que cambia según la zona y características personales. El láser sólo alcanza con eficacia una profundidad que depende de su naturaleza
y potencia.
La fase de crecimiento en que esté el pelo es fundamental, siendo la fase anágena donde el láser actúa positivamente.
El resurfacing
Este tratamiento consiste en rejuvenecer la piel con láser. Se eliminan arrugas profundas y lesiones en la piel, principalmente hiperpigmentaciones y manchas. Se puede aplicar en toda la cara o en
áreas específicas.
En el resufracing se usan láseres de de CO2, Er-YAG o la combinación de ambos. Se obtienen resultados muy buenos si el procedimiento es llevado a cabo por médicos especialistas y si se realizan los
cuidados posteriores indicados.
Requiere de anestesia y un post operatorio largo y difícil, con bastantes cuidados para evitar hipo o hiperpigmentaciones y cicatrices.
Hoy en día existe un procedimiento que combina el láser y la luz y no resulta tan agresivo.
Se llama resurfacing no ablativo. Se realiza en varias sesiones, se eliminan verrugas y manchas y estimula la producción de colágeno. No requiere anestesia y la recuperación es rápido e indolora.